Cuatro Nuevas Luces en el Camino del Yoga: Profesorado de Hatha Yoga en Manizales
- Sebastián Cerón

- 6 oct
- 4 Min. de lectura
Algunos momentos de la vida nos recuerdan por qué hacemos lo que hacemos. Son experiencias que nos ayudan a confirman que el camino elegido tiene sentido, que el compromiso diario vale la pena, que la semilla plantada está germinando. El 27 de septiembre viví uno de esos momentos gracias a Caro, Nata, Moni y Kathe.

Una Ceremonia de Transformación
El sábado 27 de septiembre celebramos la graduación de Carolina, Natalia, Mónica y Katherine, cuatro mujeres extraordinarias que conformaron la segunda generación de nuestro Profesorado de Hatha Yoga en Manizales. Ocho meses de encuentros, práctica, estudio, risas, lágrimas, desafíos y transformación profunda llegaron a su culminación en una ceremonia íntima que honró el camino recorrido por cada una.
Mientras las veía frente a mí, recibiendo su certificación, no podía dejar de recordar mi propio camino. Hace 13 años, yo también estaba del otro lado, sintiendo esa mezcla de emoción, gratitud y humildad que se experimenta al completar un proceso así. Y hoy, en mi calidad de Acharya (maestro de Yoga), tengo el honor de acompañar a otras personas en ese mismo viaje de autoconocimiento.

El Llamado que No Se Puede Ignorar: anubhāva
¿Qué lleva a alguien a embarcarse en un profesorado de Yoga? La respuesta es tan única como cada persona, pero hay un hilo común que une todas las historias: la necesidad de responder a un llamado interior.
En el contexto del Yoga, existe un término hermoso para describir esto: anubhāva. Se refiere a esa experiencia vivencial del autoconocimiento, donde no solo basta con leer o entender conceptos sobre el Ser, sino que hay un anhelo profundo por experimentarlo directamente, por vivir esa sabiduría en el cuerpo y en la mente.
Cada una de las nuevas profesoras que se graduaron escuchó ese susurro del alma que les decía: "Este es tu momento". Y tuvieron la valentía de decir "sí". No por expectativas externas, no por presiones de nadie más, sino por ellas mismas. Y eso, créenme, es lo más poderoso que puede motivar cualquier camino de aprendizaje.

Más Allá de las Posturas
Durante estos ocho meses, fuimos mucho más allá de aprender asanas o técnicas de respiración (aunque, por supuesto, eso también fue parte esencial del proceso). Lo que realmente sucedió fue una transformación en diferentes dimensiones:
Se reencontraron consigo mismas. Crearon espacios sagrados para observar su mente, gestionar sus emociones y comprender patrones que quizás llevaban años repitiendo sin cuestionar.
Fortalecieron su relación con su propio bienestar. Aprendieron a tratarse con el mismo amor, respeto y compromiso que naturalmente ofrecen a los demás.
Descubrieron la integralidad del Yoga. Entendieron que esta ciencia milenaria trasciende lo físico y se convierte en una filosofía de vida completa.
Tejieron una hermandad. En un grupo pequeño e íntimo, construyeron lazos genuinos de confianza y comprensión mutua. Fueron testigas de las transformaciones de cada una, y en esa apertura del Ser encontraron una fortaleza colectiva hermosa.
La Maestra que Siempre Aprende
Hay un refrán que me encanta y que compartí con ellas durante la ceremonia: "El que enseña, dos veces aprende".
Es tan real. Cada vez que transmito esta sabiduría ancestral, profundizo en mi propio entendimiento. Cada pregunta de una estudiante me invita a explorar desde nuevos ángulos la sabiduría yóguica. Cada proceso que acompaño me enseña algo nuevo sobre la naturaleza humana, sobre la transformación, sobre el poder del compromiso personal.
Caro, Nata, Moni y Kathe no solo se han convertido en transmisoras del Yoga. Se han convertido en eternas estudiantes, porque han comprendido que la verdadera maestría reside en mantener siempre viva la humildad y la curiosidad del aprendiz. Ahora ellas en cada clase, en cada compartir están inevitablemente aprendiendo dos veces.


Portadoras de Luz
Al final de la ceremonia, les recordé algo importante: el Yoga las ha elegido como sus mensajeras. Y con eso viene una hermosa responsabilidad: seguir alimentando la luz de su propio despertar que iluminará cada espacio de compartir.
Cada clase que impartan será una oportunidad de servicio amoroso. Cada estudiante que llegue a ellas no solo encontrará técnicas y posturas, sino una invitación a su propio despertar, inspirado por el brillo del alma que no se ve pero si se siente. Una profesora de yoga propone, acompaña, sustenta el espacio y confía en la sabiduría innata de cada ser que tiene enfrente.
Gratitud y Visión
Este profesorado nació con una visión clara: crear un espacio de aprendizaje responsable, riguroso y profundo para nuestra comunidad del Eje Cafetero. Nuestro compromiso es contribuir a elevar la calidad de la enseñanza del Yoga en nuestra región, y a la vez, aportar a la construcción de escenarios de bienestar integral, paz y consciencia personal.
Como nos enseña Swami Sivananda: "La paz individual allana el camino para la paz mundial. El logro de la calma interior es el mayor trabajo que puedes hacer por la humanidad."
Carolina, Natalia, Mónica y Katherine están ahora sembrando esa paz, primero en ellas. En cada clase que den, en cada corazón que toquen, en cada espacio que llenen con su energía, estarán contribuyendo a ese cambio que tanto necesitamos en el mundo.

Una Invitación para Ti
Si estás leyendo esto y sientes ese llamado interior del que hablo, ese anubhāva que te susurra que hay algo más esperándote en el camino del Yoga, te invito a escucharte.
No necesitas saber cómo se va a desenvolver el camino. No necesitas sentirte "listo" o "lista" ya. Solo necesitas estar dispuesta a decirle "sí" a tu propio proceso de transformación.
El 28 de febrero de 2026 comienza la nueva versión del Profesorado de Hatha Yoga en Manizales. Si estás leyendo esto, probablemente no sea casualidad. Quizás tu alma ya sabe que es tiempo de dar el siguiente paso. Conoce todos los detalles Aquí.
Con amor y gratitud por este camino que compartimos,
Sebastián
Namasté 🙏
Dentro de la tierra: 1o minutos de la experiencia musical vivida durante la ceremonia de graduación. Gracias a todos por unir sus voces.

















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